Las piernas largas,
la camisa arrugada.
Un hurto, una mentira
y del pescuezo el alma
por pasi?n apa?ada.
Y estas enmohecidas ganas
de decirte en serio mi sonrisa.
Me pregunto
qu? buscas en mi que est? en ti.
Un mil de ideas distorsionadas,
abuso de rimas forzadas,
voy con las piernas largas
y la camisa arrugada.
No tengo nada,
la piel se me encuera
por dentro y por fuera
y pregunto qu? busco en ti
que tengo yo,
mon?tono, rutinario…
ordinario…normal.
¿A caso busco en ti unos triques?
¿Un lazarillo,
un confidente pa’ mi perro
o un te quiero?
¿Un te quiero?
Ah chinga…
Y me llevan las piernas,
las ansias y la camisa,
al pecho injertada la mentira.
La inspiraci?n en la tinta
y la pasi?n la tengo empe?ada
con Don Chon, el usurero.
Él vende fe,
caricias, pasi?n,
amor verdadero…
puntería por cinco varos,
al que abono cada semana
eslabones para mi cadena.
Va mi condena, ya ven:
latino, clasemediero,
poeta, cochino, jarocho…
desempleado.
Chinga…
Y me llevan las piernas,
las ansias y la camisa.
No quiero relojes,
jornadas de trabajo,
oro ni plata.
Esta noche, mamita,
lo único que quiero es romper tu pi?ata,
rodearte de dulces,
regalarte las frutas.
Poeta me quiero
y poeta te quiero.
Si la poesía eres tú
no quiero terminar de funcionario,
jam?s volver a tener un amo
ni ser usurero.
S?lo muero un chingo de ganas por decir
te quiero.
la camisa arrugada.
Un hurto, una mentira
y del pescuezo el alma
por pasi?n apa?ada.
Y estas enmohecidas ganas
de decirte en serio mi sonrisa.
Me pregunto
qu? buscas en mi que est? en ti.
Un mil de ideas distorsionadas,
abuso de rimas forzadas,
voy con las piernas largas
y la camisa arrugada.
No tengo nada,
la piel se me encuera
por dentro y por fuera
y pregunto qu? busco en ti
que tengo yo,
mon?tono, rutinario…
ordinario…normal.
¿A caso busco en ti unos triques?
¿Un lazarillo,
un confidente pa’ mi perro
o un te quiero?
¿Un te quiero?
Ah chinga…
Y me llevan las piernas,
las ansias y la camisa,
al pecho injertada la mentira.
La inspiraci?n en la tinta
y la pasi?n la tengo empe?ada
con Don Chon, el usurero.
Él vende fe,
caricias, pasi?n,
amor verdadero…
puntería por cinco varos,
al que abono cada semana
eslabones para mi cadena.
Va mi condena, ya ven:
latino, clasemediero,
poeta, cochino, jarocho…
desempleado.
Chinga…
Y me llevan las piernas,
las ansias y la camisa.
No quiero relojes,
jornadas de trabajo,
oro ni plata.
Esta noche, mamita,
lo único que quiero es romper tu pi?ata,
rodearte de dulces,
regalarte las frutas.
Poeta me quiero
y poeta te quiero.
Si la poesía eres tú
no quiero terminar de funcionario,
jam?s volver a tener un amo
ni ser usurero.
S?lo muero un chingo de ganas por decir
te quiero.
Comment