C/P
En la columna se incluyen datos y spoilers del reciente capítulo de 'Lost'
JULIO MARTÍNEZ
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FOTO: ARCHIVO RÉCORD
No s? qu? opine usted, amable lector, pero me parece una total falta de respeto para con los televidentes estrenar una serie con bombo y platillos y despu?s dar la vuelta en 'U' con repeticiones mientras que, en estos tiempos de banda ancha, bit?coras electr?nicas y Twitter, la exitosa serie continúa su flujo en otras latitudes.
Un descuido, un comentario indiscreto en la oficina, un listillo tratando de pasar por interesante en clase, y la emoci?n se arruina.
Cualesquiera que sean las razones para que el canal de televisi?n de paga que transmite 'Lost' en M?xico haya considerado postergar el tercer episodio de la última temporada, terminan ya sea invitando a los entusiastas a abandonar una serie de por sí complicada o, en el caso de quienes est?n en posibilidad de efectuar la aventura sin necesidad de subtítulos, a dar una vuelta por los Torrents.
Contradicciones de un sistema que acosa a los consumidores con mensajes 'anti-piratería' pero lo hace todo para que recurran a ella.
Sería igualmente irrespetuoso revelar aquí cualquier detalle sobre dicho episodio, 'What Kate Does', de manera que habremos de entretenernos con otros menesteres (temas sobran) mientras la secuencia reinicia.
HABLANDO DE ISLAS
La de Robert Louis Stevenson era una regi?n de libertad y peligros, binomio inseparable, adonde se llegaba para realizar sue?os. Traiciones, lealtades. Descubrir a quien, como Ben, miente. El joven Jim Hawkins efectu? una ruta de iniciaci?n en las p?ginas de 'La Isla del Tesoro', abandon? la casa de sus padres y regres? a Inglaterra con el botín y las cicatrices de vida.
La última novela del maestro de la ciencia ficci?n, Aldous Huxley, se llama tan s?lo 'Isla' (aunque su traducci?n al castellano insiste en colocar un artículo).
En ella el brit?nico emplea un pedazo de tierra rodeado por agua para imaginar una sociedad perfecta, alejada de todas las ataduras del mundo occidental: los ni?os tienen varios padres y madres, de manera que se eliminan los complejos de Edipo y Elektra; se mantienen condiciones de equidad social mediante un reparto justo de la riqueza; se desarrollan fuentes alternativas de energía y, claro, el mundo exterior representa una seria amenaza.
La que nos tiene pegados al televisor es tambi?n la historia de una isla, observada desde la perspectiva de un personaje con complejo de mesías, el doctor Jack Shephard.
Una geografía itinerante, con poderes curativos y, al parecer (algo alcanza a entenderse con los di?logos de Jacob y el hombre de negro), un tablero donde fuerzas antag?nicas llevan tiempo en disputa. A las islas de ficci?n, incluida ?sta, los personajes acuden para batirse en duelo consigo mismos, para perderse en un túnel de soledad, para descubrir qu? hay m?s all? de las rutinas y la realidad.
Según observan ciertos aficionados, cada vez que alguno de los involucrados en esta trama consigue resolver sus dilemas internos, abandona la isla (sí, la partida puede significar la muerte).
Vaya situaci?n: se est? en un peque?o paraíso, en medio de nada, sin contacto, sin saber lo que se encuentra m?s all? de ciertos límites, con m?s controversias que respuestas.
No es extra?o que nos gusten las narraciones acerca de islas: vivimos en una que flota en el espacio.
En la columna se incluyen datos y spoilers del reciente capítulo de 'Lost'
JULIO MARTÍNEZ

FOTO: ARCHIVO RÉCORD
No s? qu? opine usted, amable lector, pero me parece una total falta de respeto para con los televidentes estrenar una serie con bombo y platillos y despu?s dar la vuelta en 'U' con repeticiones mientras que, en estos tiempos de banda ancha, bit?coras electr?nicas y Twitter, la exitosa serie continúa su flujo en otras latitudes.
Un descuido, un comentario indiscreto en la oficina, un listillo tratando de pasar por interesante en clase, y la emoci?n se arruina.
Cualesquiera que sean las razones para que el canal de televisi?n de paga que transmite 'Lost' en M?xico haya considerado postergar el tercer episodio de la última temporada, terminan ya sea invitando a los entusiastas a abandonar una serie de por sí complicada o, en el caso de quienes est?n en posibilidad de efectuar la aventura sin necesidad de subtítulos, a dar una vuelta por los Torrents.
Contradicciones de un sistema que acosa a los consumidores con mensajes 'anti-piratería' pero lo hace todo para que recurran a ella.
Sería igualmente irrespetuoso revelar aquí cualquier detalle sobre dicho episodio, 'What Kate Does', de manera que habremos de entretenernos con otros menesteres (temas sobran) mientras la secuencia reinicia.
HABLANDO DE ISLAS
La de Robert Louis Stevenson era una regi?n de libertad y peligros, binomio inseparable, adonde se llegaba para realizar sue?os. Traiciones, lealtades. Descubrir a quien, como Ben, miente. El joven Jim Hawkins efectu? una ruta de iniciaci?n en las p?ginas de 'La Isla del Tesoro', abandon? la casa de sus padres y regres? a Inglaterra con el botín y las cicatrices de vida.
La última novela del maestro de la ciencia ficci?n, Aldous Huxley, se llama tan s?lo 'Isla' (aunque su traducci?n al castellano insiste en colocar un artículo).
En ella el brit?nico emplea un pedazo de tierra rodeado por agua para imaginar una sociedad perfecta, alejada de todas las ataduras del mundo occidental: los ni?os tienen varios padres y madres, de manera que se eliminan los complejos de Edipo y Elektra; se mantienen condiciones de equidad social mediante un reparto justo de la riqueza; se desarrollan fuentes alternativas de energía y, claro, el mundo exterior representa una seria amenaza.
La que nos tiene pegados al televisor es tambi?n la historia de una isla, observada desde la perspectiva de un personaje con complejo de mesías, el doctor Jack Shephard.
Una geografía itinerante, con poderes curativos y, al parecer (algo alcanza a entenderse con los di?logos de Jacob y el hombre de negro), un tablero donde fuerzas antag?nicas llevan tiempo en disputa. A las islas de ficci?n, incluida ?sta, los personajes acuden para batirse en duelo consigo mismos, para perderse en un túnel de soledad, para descubrir qu? hay m?s all? de las rutinas y la realidad.
Según observan ciertos aficionados, cada vez que alguno de los involucrados en esta trama consigue resolver sus dilemas internos, abandona la isla (sí, la partida puede significar la muerte).
Vaya situaci?n: se est? en un peque?o paraíso, en medio de nada, sin contacto, sin saber lo que se encuentra m?s all? de ciertos límites, con m?s controversias que respuestas.
No es extra?o que nos gusten las narraciones acerca de islas: vivimos en una que flota en el espacio.
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